Una prueba

Posted in 1 by david on 18 agosto 2009

En 1988, Suu Kyi volvió a Birmania para cuidar a su madre. Este año se produjo la sangrienta represión de las primeras manifestacionea a favor de la democratización del país en dos décadas. Desde entonces, el destino de Suu Kyi ha estado ligado a este movimiento.

La Junta Militar la puso bajo arresto domiciliario, pero ello no fue suficiente para que su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), ganara las elecciones de 1990 por una mayoría del 82 por ciento de los votos, un resultado que los militares jamás aceptaron.
Desde entonces, ha pasado casi todo su tiempo confinada en su vivienda, sin teléfono ni otros medios de comunicación con el exterior; con la sola compañía de dos señoras mayores.